Fotos: Martín M. Aleñar
La otra tarde se clausuró la «Pasarela Sevilla»2013. El último desfile me pareció espectacular y lo quiero revivir con vosotros. El misterioso mundo de las profundidades marinas como fuente de inspiración. Junto a las referencias a los peces abisales, sus brillos y sinuosidades, intuí otras muchas… Courréges, el erotismo, el mundo del cómic, el cine, etc.
El comienzo fue sobrecogedor. El Réquiem de Mozart inundaba la escena completando de modo majestuoso y teatral el «espectáculo» del desfile y en el momento justo, la música se fundió con heavy metal «Ace of Spades», cambiando de registro pero conservando la intensidad. No era la única impresionada, a mi lado también tenían los pelos de punta por la emoción y la magia que transmitía el conjunto. Una arriesgada apuesta la de la música y la de ese homenaje a la oscuridad que requería de la sensibilidad para apreciarla. Magnífica. Otro nivel…
Roberto Diz, gallego afincado en Sevilla, nos volvió a demostrar que es un verdadero artista de nivel internacional. Él y su equipo cuidaron delicadamente hasta el último de los detalles del mismo. Un magnífico desfile.
La colección consistía mayoritariamente en piezas negras, como el dress-code que se nos requirió a los asistentes. La excepción fue algún toque de azul klein.
Un desfile con piezas elegantes, espectaculares y atrevidas, donde la creatividad y la genialidad del diseñador fueron patentes de principio a fin. Un alarde de maestría, de volúmenes bien construidos, tejidos variados y complementos ( mates, con brillos, lentejuelas, aplicaciones de brillantes, piel, cuentas, escamas, capas, flecos, guantes cortos, leggings…) acertados en todo momento, vestidos largos, cortos, sensuales, rompedores, roqueros, transparentes, estructurados, originales…
Hubo riqueza de matices y pese al negro en el maquillaje, con los complementos unificadores (esas gorras con extensiones y los cabellos recogidos en una sencilla cola) el resultado me pareció pulido y limpio, sin recargar.
Un desfile verdaderamente hipnotizante y emocionante.
Al inicio, una tenue iluminación, en un oscuro ambiente, nos iba abriendo el paso a modelos con un look total en negro; un arriesgado juego que dotaba misterio, centraba la atención y contribuía percibir una puesta en escena teatral, dramática, inspirada en el pez abisal Eurypharynx Pelecanoides.
La estructura de andamios forrada de tela negra presidió el desfile y desde allí partían las modelos y tras desfilar, regresaban a componer entre unas y otras diferentes composiciones apoyadas en él.
Portaban negras gorras con brillos de lentejuelas y extensiones negras, ojos negros maquillados como si de antifaces negros se tratara, mucho negro, vestidos negros, tan solo unos toques de azul y aún así lograba gran espectacularidad por la calidad, la variedad de los diseños y los detalles en éstos.
Gran nivel en las modelos elegidas y en la manera de desfilar. Entre ellas Ana Leticia Fernández y Laura Sánchez quien cerró el desfile con un vestido en terciopelo y tul.
Los brazos en jarras, estáticos durante el recorrido central, transformaban a las modelos en esculturas andantes, en majestuosas obras de arte, volumétricas; clásicas, vanguardistas o futuristas, pero siempre impactantes. Un desfile con mucha clase y creatividad.
También me gustó el detalle de Roberto con su equipo, pidiéndoles que saliesen a la pasarela para saludar. Un signo de su gran categoría personal al compartir ese momento con todos y cada uno de los componentes de su equipo. Algo que no es habitual y que le honra. Muy merecido el aplauso que recibieron de los asistentes que nos pusimos en pié. Gran fin de la semana de moda Pasarela Sevilla. Enhorabuena a Roberto, un diseñador brillante, y a todo su equipo!