La llegada al Monasterio es anunciada por un magnífico escudo en piedra formando esquina con la tapia, que mandó colcar Felipe II y en el que están reflejados todos los títulos del Emperador con esta inscripción:
«En esta Santa Casa de San Jerónimo de Yuste se retiró a acabar su vida el que toda la gastó en defensa de la fe y en conservación de la justicia. Carlos V el Emperador Rey de las Españas, Cristianissimp, invictissimo, murió a 21 de septiembre de 1558».
«Vivir quiero conmigo,
Gozar quiero del bien que debo al cielo,
A solas, sin testigo,
Libre de amor, de celo, de odio,
De esperanzas, de recelo.
A la sombra tendido
De yedra y lauro eterno coronado
Puesto el atento oido
Al son dulce acordado
Del plectro sabiamente meneado».
Fray Luis de León.